¡Es mi cumpleaños!

El problema de los cumpleaños con mi madre es que ella se pone nerviosa, me estresa a mi y todo para que los invitados queden contentos y todo salga perfecto, teniendo en mi el consiguiente resultado:  un día de horrible estress y muy poco gratificánte… en el que termino muy cansada. Siempre que se acerca la fecha, siento cierto miedo. Aborrezco las fiestas de cumpleaños.

Éste año voy a hacer solo una merienda, saltándome todos los salados, reduciendo así el tiempo de exposición a el buffet público que se avecina. Sé que es un poco cobarde, pero no me gusta pasar por la rueda de preguntas a la que normalmente me someten, y menos aún este año, que:

1. No tengo trabajo
2. No me voy a casar (rumor que parece que últimamente circula como la pólvora)
3. Me quiero ir de casa  (que esa es otra, a ver como se lo digo a todo el mundo sin que piensen que soy una fresca, que son muy cerraos…)

En fin, que espero que pase pronto. Va a ser seguramente el último que celebre. Los próximos espero pasarlos lejos, lejos, lejooooooos.