Canciones de amor

26, febrero, 2007

* Julieta Venegas * Limón y Sal * 2006 *

Tu me decias que nada te haría cambiar
y yo te decía que cambiaste todo para mí,
tu me decías que estabas triste con la vida,
pero yo, nunca te creí.

Estoy tan cansada de las canciones de amor,
siempre hablan de un final feliz…
bien sabemos que la vida nunca funciona asi.

Y te mandaba las señales que se me ocurrían,
tu nunca las entendías, no escuchabas bien,
un día me cansé y claro está que te dejé
no me hacías caso, entonces para qué?

Estoy tan cansada de las canciones de amor
siempre hablan de un final feliz…
bien sabemos ke la vida nunca funciona asi

Habría hecho todo pero tu nunca entendiste nada,
nada de nada la vida siempre tiene que seguir
aunque mi corazon se parta y no quede nada por eso

Estoy tan cansada de las canciones de amor
siempre hablan de un final feliz,
bien sabemos que la vida nunca funciona asi (x4)

Brotaba pintura de entre sus dedos. En su mente chapoteaba el eco de todas las palabras amables que no dijo, que daban y repetían golpes sordos como tratando de escaparse por alguna parte. Tenía los ojos cerrados y el alma vacía. Había muerto hacía tanto tiempo…

Sobre la mesa había una cubeta donde alguien había vertido cian y amarillo en idénticas y generosas proporciones. La masa era casi líquida y muy fría al tacto. Cuando volvió a meter la mano todo empezó a volverse más verdoso, pero él seguía con los ojos cerrados, ajeno a la mezcla.

Sacó la mano y dejó que de sus dedos brotase de nuevo pintura. Podría pasar horas en el estudio, dejando que las horas se le escapasen. Los muertos no sienten. Los muertos no piensan.

Él no siempre fue así. Solía decir que junto a ti el tiempo no le importaba, que simplemente lo dejaba fluir porque era muy feliz. Cuando tú te fuiste, decidió que el tiempo se detendría hasta que volvieseis a estar juntos.

Cada día su cuerpo de autómata recorre a pie el mismo camino que hace años compartíais de casa al estudio, sin pararse a devolver un saludo ni a mirar una cara conocida.

Es por la noche, cuando su cuerpo duerme, que su mente se relaja y se permite pensar en ti. Podría incluso sentir el roce de tu piel, pues cada poro de su cuerpo aún te recuerda. Seguramente conversa contigo y te susurra empalagosas palabras destinadas solo a ti y que nadie más entendería.

Pero los muertos no lloran, y por las mañanas cree que ha sudado mucho. ¿Lo imaginas? Sigue tomándose las magdalenas por el lado convexo, aunque para él ya no tienen sabor.

Mira tus fotos sin pestañear, y cuando llega tu cumpleaños hace el mismo pastel de manzana que era tu preferido. Lo sigue dejando en el columpio del jardín donde te vio por última vez.

¿No te has preguntado nunca porqué la vida es tan larga para unos, y tan corta para otros?

Él cada día llena sus manos de pintura porque es lo que se supone que debe hacer. Cada día una mezcla, dos, tres… rellena los bocetos de un gran pintor, y aunque no se da cuenta, tú estás en cada pincelada o en cada brochazo.

Tú, tú, tú. Cuando tu cuerpo murió, su razón murió contigo…

Lo mas sensato sería que le dejases volver a vivir. Susúrrale esta noche que debe seguir donde se quedó, que debe buscar la emoción de un nuevo amanecer… dile que si decide vivir tu siempre vivirás en él.

Otras historias, en el cuentacuentos. Ésta está dedicada a mi amigo Luis, que murió la semana pasada. Él me enseñó a dibujar cómics. Decía de mí que yo era dúlce y cariñosa, pero creo que estaba muy equivocado. Sus cenizas están ahora entre la playa y la montaña, como él quería.

Yo

16, febrero, 2007

Yo

¿Arena en la playa?

15, febrero, 2007


you & me

Originally uploaded by laeli.

Por la mañana lo sentí. Me dije: «Ponte el cinturón que va a pasar algo hoy».

Por la tarde me llamaron, porque Luis había tenido un accidente de coche y había muerto. No es el primer ni el segundo amigo que muere de forma brusca en los últimos cinco años. Luis era parte de mi familia, y ahora estoy tratando de negar lo evidente: que no volverá a llevarme a la playa, que no volverá a enseñarme una postura de yoga, ni volverá a discutir conmigo sobre cómo es mejor afrontar una entrevista de trabajo… Estoy tratando de anularme el sufrimiento, de suprimirlo. No quiero llorar más.

Ciega de egoísmo me pregunto «¿Y qué haré sin Luis?». Sí, me doy cuenta de que últimamente me pregunto mucho eso, cambiando el nombre y los motivos, pero es lo mismo.

Quizá debería dejar marchar todo lo que creo necesitar, tratar de ser yo y conformarme con que soy la única persona que no me va a fallar, y que siempre estará conmigo.

Debería coger un puñado de arena de playa y dejarla volar con el viento.




wintering

Originally uploaded by a bout de souffle.

A las ocho menos cinco se apagaron las luces.
A las ocho ella se marchó,
con el descolgarse de los segundos
en el viejo reloj de cuco.

Siempre esperó ese momento
la inconsciente princesa,
y aunque la vida le preparó aquel encuentro
con su brevedad sucumbió sin remedio.

‘El compás siempre es para otros’
Se decía.
Y almidonaba su soledad
con trocitos de recuerdos.

Cuando él llegó al fin, fue como un despertar.
Cuando se marchó, bailó en silencio
entre sus fotos, siempre añorando,
soñando un minuto y volando mil.

Flotó ingrávida al principio,
pero decidió marchar tras él.
Nadie dirá que la ha visto,
porque la princesa ya no está.

Más historias en el cuentacuentos.

Mal día.

7, febrero, 2007




Phone on Phone

Originally uploaded by Johnny Wash N Go.

Ayer estaba convencida [a eso de las doce de la mañana] de que sería un mal día. Al final bastó con ponerme nerviosa, maldecir, caminar unas cuantas manzanas y hacer una llamada. [Aquí un pequeño y avergonzado inciso, porque se suponía que era un día sin móvil, pero no lo pude resistir…]
Lo olvidé, olvidé que ese iba a ser un mal día.
Ni siquiera lo recordé cuando estuve a punto de perder el stylus de mi Nintendo [que afortunadamente alguien me encontró].

Y hoy el día tiene la misma mala pinta [He pasado una hora discutiendo por teléfono para que me hiciesen caso… y poder utilizar un telefono que no funciona… de ESA compañía].

Espero olvidarlo. Lo olvidaré.

Y será un día normal, que pase sin más.

Tu presencia ausente.

1, febrero, 2007

Si me dejas el aire para respirar
pero tú te vas
llenaré de suspiros el día
y de sollozos la noche.

Si ahora me miras de nuevo
pero no me ves,
el mundo no podría estar más vacío
que con tu presencia ausente.

¡Qué se apague la luz de mi memoria!
¡Qué desaparezcan mis recuerdos!
¡qué no sufra mi alma…
… que perderte no puedo…

Si rozas mi mano
y sientes que tiemblo
no creas que es cierto
piensa que es el frío.

No escuches mi voz
lanzando atropelladas palabras
dísonas, románticas, soñadoras.
No escuches los latidos de mi corazón.

Sólo mírame, a mí, contigo.
Descubre que no puedo si no estás,
cree en mí sin escucharme.
Sólo mírame así.

Déjame compartirte mis segundos
porque si me dejas el aire
pero te vas…
No podré respirar.