Pasar página.

10, abril, 2013

Intento pasar página…

Pero una ex compañera de trabajo crea un grupo de whats app para hacer una comida y me mete a mi. No solo no tengo dinero para ir, sino que además tengo que leer como planifican, bromean entre ellos, en fin… podría haberme borrado del grupo, pero vuelvo a decir que lo intento (no lo consigo, claramente).

Y entre ésos mensajes me entero de que hay chica nueva en prácticas en mi antiguo puesto. Me dijeron que me llamarían, pero obviamente no pensaban hacerlo.

Y yo me siento tan mal, tan perdida, tan deshecho

 

13.2.13

13, febrero, 2013

Hoy sería el cumpleaños de mi padre. Sólo puedo decir una cosa:

Te echado de menos, todo este tiempo.

Source: kanelaylimon.blogspot.com.es via Anjali on Pinterest

¿En qué lugar quedo yo, cuando una de mis amigas se casa y no me dice nada? En uno muy muy lejano.

¿Y cuándo la situación se repite una y otra vez? Pues como si yo misma fuese una burbuja a la que explotan.

Tendríamos que tratar de definir bien qué son las amigas. Quiero decir… son tus amigas, las quieres, tienes cierto cariño por ellas… pero pongamos que pasas una mala racha y estás un tiempo sin verlas ni llamarlas [y digo, que yo no las llame no significa que ellas no me puedan llamar]. O por que te mudes o vivas algo lejos…

Y de repente, alguien de tu familia, u otro amigo, te dice que si te has enterado de la boda de Menganita, que Fulanita va a ir.

Que ésto me pasara hace diez años, cuando ya todas teníamos móviles me dolió. Que me volviera a pasar 5 años después cuando la segunda criticó a la primera por habernos obviado en su lista de bodas me jodió. ¿Y ahora? Ahora me hace pensar que quizá soy menos importante para las personas de lo que ellas son para mi.

Está visto y comprobado que puedes pasar de hablar diariamente con una persona a no verla en dos meses y que la otra persona ni se extrañe. Simplemente desaparezco de sus vidas como una efímera burbuja de jabón.

Tengo que tener en cuenta que no conozco las situaciones personales de cada una, porque aunque alguna vez me hicieran confidencias, no estoy dentro de sus cabezas y no sé qué ha pasado por ahí. No pido una invitación [que dada mi economía actual sería un marronazo], pero quizá sí un mensaje, o el detalle de decirmelo en persona en vez de tener que enterarme de rebote. El sentir que todo ése cariño que he vivido no me lo he inventado yo.

¿Y cuándo me vuelva a cruzar con ella qué hago? ¿la felicito? ¿Hago como si nada?

Moraleja: ¿Synn, porqué confías tanto en las personas? ¡Deja ya de enamorarte de ellas! Está claro que todo el mundo mira por sí mismo y que las relaciones son fugaces. No hagas una montaña de un grano de arena. Carpe Diem.

P.D. La abuela falleció la semana pasada tras unos meses de lucha contra el cáncer, pero se fué con mucha paz. Extraño su risa, su mirada, el tacto de su piel. Extraño sus palabras, sus gestos y su voz. Me falta.

El miércoles ha sido más de lo mismo.

Aunque recibí un pack de bombones, y jugué a hacer deporte.

Igual que el año pasado, ésta vez quise hacer mi semana de la vida. El problema es que no estoy muy inspirada y no hago nada nuevo… pero en fin, aquí está.

Lunes

Me desperté a las 8:05, hice las tareas de la casa, la lavadora se comió mi neceser favorito, planché, preparé un post de manicura para mi otro blog, cené Lasaña y ví Tu cara me suena en la tele.

Una vida fascinante.

Martes

Me desperté muchísimo más tarde. Total, para lo que hay que hacer… al final aún no ha empezado ése curso que tengo pendiente, así que el día es muy parecido al anterior. Desayuno, ducha, paquetes recibidos, tareas de la casa, té calentito, ir a la compra, acompañar a la Sra madre (y contar las veces que pasó la ITV el coche), más compras, decido hacer galletas, me las como y un poquito de whatsapp antes de dormir.

La nena.

12, noviembre, 2012

Ayer tenía un botecito de cacao en el bolsillo. La nena me vio usarlo. A los cinco minutos, La nena lo tenía en la boca.

El botecito en cuestión era más pequeño que una moneda de 20 centimos en su circuferencia, y de un dedo de grosor… La nena podía habérselo tragado, y nadie le dijo nada.

La cogí en brazos y traté de explicarle que no estaba bien quitarle a la gente objetos de los bolsillos y llevárselos a la boca, que se podía haber ahogado, y que es mejor pedir ayuda a la hora de intentar abrir botecitos de cacao.

La gente me miraba como si estuviera loca… pero nadie dijo nada. Todo el mundo volvió enseguida a mandarse whatsapps. La nena, se puso a llorar.

Source: silhouetteonlinestore.com via Laura on Pinterest

Sin ilusiones

27, octubre, 2012

Hay días que me parece imposible ver algo bueno en mi mundo, aunque esté recién levantada y los pajarillos canten en mi ventana.

Se junta mi dolor interior con cualquier comentario exterior y de una miga hago un mundo. Creo que al analizar las cosas, me doy cuenta de que las cosas que sé que pueden salir mal y salen mal son las que peor me sientan… pero no he llegado al punto de evitarlas.

Quiero decir que los últimos días he estado bien. Al menos mis ánimos no estaban bajo mínimos, y he tratado de llevar la vida al menos de fachada para afuera lo más feliz posible, pero hoy ya reventé.

¿Por qué estoy tan cansada de vivir? ¡Con la de cosas que hay por hacer!

Dudando

20, octubre, 2012

Braide abrió su pesado diario de tapas marrones. Lo había sacado unos minutos antes de debajo de su cama, de la parte más vacía del viejo colchón de lana. Había tardado mucho en empezar a escribir, porque no encontraba la tinta de Araña gigante para escribir.

Querido diario,

Hoy lo más gracioso que se me ocurrió pensar es que no sé si es mayor mi Misantropía o mi Antropofobia. Sí, así, con mayúsculas.

El problema es mío, así que lo mejor es reconocerlo y tratar de ponerle remedio ¿no?

Pero vamos, no te quiero escandalizar, ésto es como cuando escribo de mi egolatría o mi empatía. Son conceptos no literales y amplísimos que se dan en situaciones muy concretas.

Por ejemplo: Siento aversión a la humanidad cuando me doy cuenta de el tipo de elementos que hay por ahí sueltos. En concreto es por ésos tipos, pero su incursión en mi mundo hace tan imposible la filantropía que tiendo hacia su contrario. Y la Antropofobia… ésa la tengo desde hace tiempo. No me gusta conocer gente, me dan miedo tanto sus posibles reacciones como las mías. Y no me refiero a todo el mundo, si no especialmente a la gente de carne y hueso…

 – Braide, como sigas haciendo el tonto núnca llegaremos a tiempo para tu boda con Eduardo Azul – dijo la reina desde la puerta- ¡No está bien hacer esperar a un príncipe! ¡¡Y no me vengas con que no le conoces!!

– Sí madre.

– Pues vamos. No me hagas repetírtelo.

Con un ágil movimiento de muñeca, Braide derramó la tinta de araña azul sobre su vestido blanco, al tiempo que con la mano izquierda escondía el diario bajo la cama.

Braide

2, octubre, 2012

La princesa Braide  pensó que se le partía el corazón, pero era incapaz de llorar. Se sentó en su cama y escuchó el gastado sonido del silencio en su alcoba.

Todavía podía ver los labios de su amiga despidiéndose como a cámara lenta.

‘Que os valla bien en todo’.

Era un punto y final, un hasta nunca. El vacío era tan grande que pesaba incluso más que el aire que le rodeaba. Le daba la impresión que no sólo perdía una amiga, si no que perdía una parte de su vida.

‘No volveré a los torneos de caballos, no volveré a estar a su lado en el palco, ni volveré a formar parte de sus reuniones de bordado.’

No había hecho nada para evitarlo. No había movido los labios, tan sólo había sonreído como una estúpida, como siempre que estaba con ella. La Reina Madre se había ocupado de todo.

‘Tenemos otros proyectos para Braide ahora.’ Había dicho.

Durante un segundo los pajarillos habían dejado de cantar. Pero sólo un segundo. La Reina había vuelto a parlotear animadamente, como siempre. Braide ya no escuchaba. Tenía la certeza de que una parte de si misma se estaba arrancando de su propia piel para quedarse en ése mismo lugar.

Y mientras su amiga se marchaba, se giró para atesorar en su mente ésos rizos negros y ése vestido azul y despedirse de el aroma y el sonido de aquella voz, que no volvería a escuchar jamás.

Pipas

22, septiembre, 2012

Se me ocurrió poner en facebook e instagram, no recuerdo si también en twitter, una foto de mis pies. http://instagr.am/p/P2Z84vM3Pz/ Escribí algo parecido a: Todavía hace temperatura para tomar pipas en el parque.
La verdad es que dije lo de las pipas porque estaban en el suelo, aunque ésas en concreto no me las había comido yo.
Las replys me han hecho pensar, porque confieso que otras veces sí que he tirado cáscaras al suelo.
Si yo hubiése sido famosa ésa foto habría dado la vuelta al mundo acompañada de palabras como cochinao guarra. Tengo que ser más cuidadosa, tanto con el medio ambiente como con las cosas que publico sobre mi.
Afortunadamente no soy famosa, y poco importa lo que yo haga.